LA TRIBUNA DE TALAVERA
La Hermandad de San Benito demostró un año más que paso a paso se consiguen grandes proyectos. La procesión del domingo contó con los ingredientes perfectos para una tarde-noche de fe y devoción al santo patrón de Europa.
Francisco Urdiales, hermano mayor de la corporación, contó con la respuesta masiva de los fieles y cofrades de Talavera, entre los que se encontraba el alcalde, Gonzalo Lago, y otros miembros del equipo de Gobierno. Las mantillas negras y los caballeros cistercienses con sus capas blancas y bordados azules dieron mayor lucimiento a la procesión de esta refundada hermandad que ayer festejó con una solemne eucaristía la onomástica de su imagen titular, en la que participó el cuarteto de cámara "Enclave Maestoso" de la ciudad.
El paso, con un cuidado exorno floral, estuvo presidido en la delantera por una réplica de la Virgen del Prado, tallada en madera por el artesano local Alberto Paniagua, y bendecida en la Basílica el sábado 2 de julio. Esta pequeña imagen se colocó sobre una peana dorada y bajo un arco de flores blancas.
La procesión recorrió, entre otras, la calle Herrería, San Benito, plaza Padre Juan de Mariana, plaza del Pan y las calles Adalid Meneses y Mérida. El convento, después de dos años, sigue con uno de sus muros de la calle Herrerías apuntalado con enormes vigas de hierro que hacen imposible el tránsito de vehículos por esta vía y dificultan el paso de peatones.
Un año más, la procesión no pudo recorrer la calle Herrerías completa, a la espera de una solución para el muro monacal.